View from the San Antonio Finca

View from the San Antonio Finca

viernes, 30 de julio de 2010

Edwardo - Neduardo



Confucius said:
The superior man is modest in his speech, but exceeds in his actions.
Confucio dijo:
El hombre superior es modesto en su habla, pero se supera en sus acciones.


On the first day of my arrival to the Intag region, I had the pleasure of staying with Ned Cresswell, or Eduardo, as he is better known in these parts, on his small ecological farm at the base of the Intag cloud forest reserve. Ned is an English man who came to this area just over three years ago as a volunteer on a local farm. He left and travelled to other parts, but had it in his mind that he'd like to come back and so he did, building a small farm and tourist business in the process. My first trip to his Finca San Antonio was in no doubt emblematic of some of the magic to come, as night had already fallen by the time we arrived (it was 7 pm). We walked through grass, rock and river up the hill to his farm, escorted by dancing fireflies all the way. I had some sense, although I could barely see further than the end of my nose, that the darkness was a great cover, so that the morning would be an even bigger surprise. And sure enough, in the following dawn, I was greeted with the most breathtaking view of the whole valley below me. Housed in simple, but comfortable wooden cabins, Eduardo opened up a world of things to come: how to make tortitas, cheese, humitas; how to drink trago, enjoy panella, local coffee, creamy milk. How to grind corn, prepare a horse, order trout from the river farm, find local fruit on the trees, etc. etc.: a quick and inspiring course in sierra life.
Since those first initial steps, three weeks have passed, so I took the time to recompose, recollect and gently reflect by returning to this wonderful place. Everything still remains intact, as if time had stood still. Rubber boots standing majestically in the corner waiting for a new owner, quilts piled ready on freshly made beds, toasted coffee bubbling in the pot and pure, pure silence, nature's sounds being the only soundtrack (la banda sonora). The whole trip to Ecuador wouldn't have happened if it weren't for Ned. He has taken the initiative to encourage and oversee volunteers who would like to work teaching English in schools in the area, with no other benefit for himself than the satisfaction of seeing the children of his friends and neighbours get a better chance in life. Since my initial internet contact in Spain and from my arrival in Ecuador, Ned has always been concerned, supportive and quietly enthusiastic. There is no big administration, no third parties nor money-wasting behind this project. Schools ask Ned for help, volunteers ask Ned if they can come to Ecuador. He puts one in touch with the other, and an idea is born. Local families provide the rest by offering food and accomodation (Ned keeps a watchful eye as to who might be suitable for this task) and he intially answers any questions from inquisitive volunteers about what to expect. It seems to me like this is truly a scheme where people help people with nothing other than good intentions. And I, for one, would highly recommend it.

Finca San Antonio
El día que llegué a la zona Intag, tuvé el placer de quedar con Ned Cresswell, o Eduardo como le conocen por aquí, en su pequeña granja ecológica en la base de la reserva del bosque de nubes de la sierra de Intag. Ned es un inglés que vino a esta zona hace u poco más de tres años como voluntario en una granja de la zona. Se fué y viajó a otras partes, pero tuvo en mente que le gustaría volver, y así se hizó, haciendo una pequeña granja y negocio de tourismo en el proceso. Mi primer viaje a la Finca de San Antoinio fué emblemático, sin duda, de algo de la mágia que iba a llegar. Ya había caído la noche cuando llegabamos (fué las siete de la tarde). Andabamos por hierba, piedra y río, arriba a las montañas a su granja, con un escolte de luciernagas en todo el camino. Tuve un sentido, aunque no podía ver más lejos que mi nariz, que la oscuridad fué una gran manta, para que la mañana siguiente podría ser incluso una mayor sorpresa. Y ciertamente, al amanecer, una vista para quitar la respiración de toda la valle abajo me dió la bienvenida. Dormiendo en unas cabañas sencillas pero cómodas de madera, Eduardo me abrió un mundo de cosas que iba a conocer mejor más tarde: como hacer tortias de maíz, queso fresco, humitas; como beber "trago", disfrutar de panela, el café de la zona, leche cremosa, como machacar al maíz, preparar un caballo, pedir trucha en la granja del río, econtrar fruta en los árboles, etc., etc.: un curso rápido y inspiracional en la vida de la sierra.
Desde esos pasos inciales, han pasado tres semanas, así que aproveché de la oportunidad para recomponerme y refleccionar suavamente, volviendo a este lugar maravilloso. Todo sigue intacto, como si hubiera parado el tiempo. Las botas de goma están de pie con majestía en la esquina, esperando un nuevo dueño, las mantas dobladas y listas en las camas, el café tostado burbujeando en la cafetera y silencio puro, puro, con los sonidos de la naturaleza siendo la única banda sonora. Todo el viaje a Ecuador no hubiera pasado si no fuera por Ned. Él ha tomado initiativa para animar y supervisar los voluntarios que les gustarían trabajar enseñando en inglés en la zona con ningún beneficio para él más que tener la satisfacción de ver hijos de sus amigos y vecinos recebir una mejor oportunidad en la vida. Desde mi contacto inicial en internet desde españa y mi llegada a ecuador, Ned siempre ha demonstrado apoyo e entusiasmo para el proyecto. No hay una gran administración, ni terceros ni perdidas de dinero detrás este proyecto. Los colegios piden la ayuda de Ned, voluntarios le piden si pueden venir a Ecuador. Él pone uno en contacto con el otro, y nace un idea. Las familias locales ofrecen comida y alojamiento (Eduardo mantiene un ojo cuidadoso para ver quién puede ser apropriado para esta tarea) e inicalmente contesta cualquier pregunta de voluntarios curiosos para saber lo que vana encontrar. Me parece que este proyecto es verdaderamente uno donde la gente ayuda a la gente, con nada más que buenas intenciones en medio. Y yo, como participante lo reconmendaría cien por cien.

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