View from the San Antonio Finca

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sábado, 17 de julio de 2010

¡Qué Chévere!

This is going to become one of my most remembered and dearly held expressions on this trip, I can feel it in my bones. Something like an exclamation of approval, "Hey! That's great!", and always said with an empathetically joyful tone, it goes a long way to say how your partner appreciates your good fortune/ opinion/ situation. Today I visited an Ecuatorian friend’s house for lunch and heard it many times in response to all my plans for the next two months and talking about some of the experiences I´d already had in Ecuador. The taxi-driver used it when I explained what I was going to do, the lady in the bookshop used it when I told her why I was here, the person next to me on the bus used it when I gave a description of where I was going and what was the plan. So suddenly I feel this flow of support, urging me forward, up, up, up the mountains until I reach my final destination. It all seems so positive, will things fall short of my expectations? Perhaps I'm over-enthusiastic?
All the same, the people of Ecuador strike me as a warm, friendly and humble group. When they say hello they always do it politely with a buenos días, buenas tardes, buenas noches and always shaking your hand firmly, when you arrive and when you leave. They accept the fact that I am coming to volunteer as a great favour and deserving of special treatment. Many doors are opened as I explain what I'm going to do, even though there are many thousands of volunteers passing through the country all of the time. I'm certainly a lot older and more experienced than the majority who are following this route, but do wonder how the Ecuadorians can remain so welcoming with so many people doing the same. The reaction is always the same: "¡Qué chévere! Bienvenido a nuestro país". Now I have word that there are many families who have asked that I come and stay in their home (I feel something like royalty) and that the principal of the school is very excited because he has been asking for many years for a volunteer to teach English but noone has responded to his request. I feel equally excited that at last I have been given the opportunity to give something back. For so many things that I receive, now I have the chance to return. ¡Qué chévere!
¡Qué Chévere!
Esta va a ser una de mis expresiones más acordadas y más queridas de todo este viaje, ya lo siento en los huesos. Algo como una exclamación de aprueba como "olé tu arte!" y siempre dicho con un tono de alegría y empatía, dice mucho sobre como tu compañero aprecia tu buena fortuna/ tu opinión/ tu situación. Hoy he hecho una visita a la casa de una amiga ecuatoriana para comer y lo oí muchas veces referente a mis planes durante los próximos dos meses y hablando de las experiencias que ya había tenido estos días en ecuador. El conductor del taxi lo uso cuando expliqué lo que iba a hacer, la mujer en la librería lo uso cuando la conté porque estuve en Ecuador, la persona al lado mía en el autobus lo uso cuando di una descripción de donde iba y que plan tenía. De repente, sentí un río de apoyo, animandome hacia delante y arriba, arriba, arriba por las montañas hasta que llegué a mi destino final. Todo parece ser positivo, ¿quizás las cosas van a ir peor que mis expectaciones? ¿Tal vez soy sobre entusasiasta?
De todos modos, la gente de ecuador me parece un grupo amable, caloroso y humilde. Cuando dicen hola, siempre lo hacen con buena eduación, diciendo buenos días, buenas tardes, buenas noches, y siempre cogiendote por la mano firmamente, cuando llegas y cuando te vayas. Aceptan el hecho de que llego de voluntaria como un gran favor para ellos, mereciendo un trato especial. Muchas puertas se abren cuando explico lo que voy a hacer, aunque hay muchos miles de voluntarios pasan por el país todo el tiempo. Es cierto que yo soy mayor y con más experiencia que la mayoría de los voluntarios ahora, pero si pienso como los ecuatorianos mantienen siempre la ganas de dar la bienvenida, aunque muchos otros también intentan hacer lo mismo.
La reacción es siempre lo mismo: "¡Qué chévere! Bienvenido a nuestro país". Ahora tengo noticias que hay muchas familias que quieren que me quede con ellos (me siento algo como la realeza) y que el director del cole adonde voy está muy animado porque lleva muchos años pidiendo una profesora voluntaria inglesa para dar clases en su cole, pero ignoraron sus peticiones . Me siento muy animada porque por fin me han dado la oportunidad de dar algo de vuelta. Por tantas cosas que he recebido, ahora tengo la posibilidad de devolver. En fin, ¡Qué chévere!

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