A brutally heavy storm last night greeted the arrival of El Licenciado (The Graduate). This is not the respected wise old man nor the young, recently qualified, enthusiastic apprentice. No, this is the landlord, the landowner and somewhat of an old-fashioned oppressor. Firstly, I should explain that the family that I stay with live in a most beautiful hacienda, nothing within faint recognition of anything that anyone their status could afford. This allows me to avail of a family which has running water for showers (be they cold ones), my own bedroom with lots of glass windows (even if there are some small leaks), decent electricity that doesn't suffer from cuts, a gas cooker to make dinner, and I could go on. The house where I'm staying has 6 bedrooms, I think. The family live downstairs and at the moment I'm the only person to live upstairs, unless the Licenciado comes to stay. There is a second "keeper's house" opposite the main house with a kitchen, dining room and small bedroom where we spend most of our time in fact, because life pretty much centres around the kitchen. The house is currently for sale at $ 180,00, about 150,000 euro and has 120 hectares of land going with the house, a good 80 hectares being arable. The family I'm staying with are tenants to this shadowy figure who up to now I have only known as El Licenciado. He comes from another town every 4-5 months and without warning stays for the night. Instead of arriving on horseback as landlords would have done in times past, he comes in his posh 4 wheel drive dressed pristinely but rather drunk. He usually brings a friend from the city and they buy a cheap bottle of "trago" or moonshine, for 75 cents a bottle downtown before arriving at the house with a bag of food to prepare. First thing he does is order from the mother of the household what he wants for dinner and breakfast the following morning, gets the father to prepare him another drink while he complains how things have been run in his absence. For maintaining the property, the family have free rent, but there seems to be confusion over bills and who should pay what. In exchange, the family work his land and try to wean a profit for him of fruit and largely vegetables. They are a proud people and there was a tense feeling during the visit as he called them time and again to leave their family table to come and serve him more food, make him a coffee or pour him another drink. They say that he likes foreign teachers staying because it betters his chances of selling the place. While the house and land are an indoubtable bargain and would make a wonderful investment as a tourist venture, the biggest problem is access. The road was almost impassable at some points this evening because of mud and only the strongest of trucks could manage to get through. Our bus got stuck just ten minutes walk before reaching the local town in a mud drift. We just had to get out and walk and abandon the bus.
And so his visit brings a certain amount of tension, because the family walk the line of being thankful for use of the property on the one hand and on the other resisting dropping everything to be at his beck and call. Thankfully, this time, his stay was short... just like the storm, it came and went from night to day. He asked for a chicken to be killed and prepared for his lunch before leaving and so he galloped away in his metal steed.
El Licenciado
Una tormenta brutal anoche dió la bienvenida a la llegada del Licenciado. No el viejo sabio y respetado ni el joven, recién cualificado y entusiasta aprendiz. No, este es el latifundista y por una parte antiguo opresor. Primero, debería explicar que la familia con quién quedo viven en una bella hacienda, nada parecida a lo que refleja ni lo que permite su estatus social. Esto me deja la oportunidad vivir con gente que tiene agua corriente para duchas (incluso si son frias), mi propio dormitorio con muchas ventanas de vidrio (incluso si hay algunas goteras), electricidad decente que no sufre de cortes, una cocina de gas para la cena, y podría seguir. La casa donde me quedo tiene seis dormitorios, creo. La familia vive abajo y por el momento, soy la única persona arriba. Hay una segunda casa para el portero en frente de la casa principal con una cocina, comedor y pequeño dormitorio donde, de hecho, pasamos la mayoría del tiempo, porque la mayoría de vida se centra alrededor de la cocina. La casa ahora mismo está en venta por $ 180,00, más o menos 150,000 euro y tiene 120 hectarías de terreno, unos 89 hectarías siendo de posible explotación agrícola. La familia con quién me quedo son alquilinos para este personaje oscuro, que hasta ahora le he conocido como El Licenciado. Viene de otro pueblo cada 4 o 5 meses and sin aviso se queda por la noche. En vez de llegar en caballo como un dueño del pasado, llega en su cuatro por cuatro pijo, vestido finamente pero bastante borracho. Trae un amigo de la ciudad, y suelen comprar una botella de "trago", alcóhol local hecho de la caña por unos 75 centavos en el pueblo antes de llegar a la casa con una bolsa de comida para preparar. La primera cosa que hace es ordenar a la madre de la casa para que haga sus comidas, consigue que el padre le prepara otra bebida mientras él se queja de lo mal que llevan las cosas en su ausencia. Para mantener la propiedad, la familia no pagan alquiler, pero hay confusión sobre facturas. En cambio, la familia trabaja su tierra y intentan ganar un beneficio para él para pagar los costes difíciles de mantener una casa como esa. Es una gente orgullosa y hay una sensación de tensión durante su visita, cuando los llama una vez trás otra para dejar la mesa de su familia y dar le más comida, hacerle un café o darle otro trago. Dicen que le gusta que se quedan extranjeros porque mejora la posibilidad de encontrar un comprador para su casa. Aunque la casa y el terreno son una ganga indudable y harían una inversión maravilloso como empresa de turismo, el problema grande de la casa es su acesso. La carretera fué prácticamente cerrada por algunos puntos por barro y sólo los carros más fuertes pueden pasar. Nuestro autobus se quedó pegado y tuvimos que abandonarle y andar hasta Cuellaje.
Así que su visita lleva una cierta cantidad de tensión, porque la familia anda entre estar agradecidos por tener el uso de la propiedad por un lado, y por el otro resistiendo ser sus esclavos cada vez que llama. Por suerte esta vez, su visita fué corta, igual que la tormenta. Vino y se fué entre noche y día. Pidió que mataran y preparan un pollo para su almuerzo antes de irse y luego, se escapó en su caballo de metal.
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