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sábado, 31 de julio de 2010
Magic Doors- Puertas Mágicas
Confucius said:
I hear and I forget. I see and I remember. I do and I understand.
Confucio dijo:
Oigo y Olvido. Veo y recuerdo. Hago y comprendo.
In New Year of 2010, I began a what was meant to be a short break away in Portugal with my dearest friend, Eva. Right from the very start, it turned into something of a watershed (I think I can safely say for both of us). Many things happened on that trip that began to make us really believe in the power of positive thought, no matter how evangelical that might sound. The more good things we thought, the more good things happened, until we could hardly keep our good thoughts racing at the same pace as all the good things happening around us. So a little personal revolution happened on that trip: 1. if you believe it can be, then it will be; 2. never underestimate people's good will.
Following that quiet voyage of discovery, I started to think about the things that were meaningful to me and what was happening in my life: one of those stock-taking sessions meant to slow me down and assess where I was at. The general conclusion was that I was in a really good place, life was treating me well and time was quickly approaching to give something back. You could say that for many years some kind of volunteer project had been in the back of my mind. I figured that I had gained enough teaching experience to be useful to somebody. I just hoped that two months summer holidays would be useful enough. And sure enough the first blind exploration led me directly to the omprakesh foundation and from there to the Intag region educational project. One month into this adventure, I still must pinch myself to assure myself that all this has come to pass... but then I just have to go back to that trip to Portugal to remember it is only a question of belief.
So, one month into the project I don't think it was an overestimation to believe that I could travel to this remote corner of the world and make some kind of difference. I am gratified to be able to admit that this trip is proving doubly useful. On my part, as a huge cultural experience and on the children's part as a positive step in their educational progress. My lessons from Portugal are being cemented on the other side of the globe. People are good. Things that you truly believe in really can happen. And here I am in this school where after only four weeks children are acting out, reciting in class, singing songs, dancing, playing games, telling stories in English. They are flexible creatures with minds waiting to be sown with ideas, watered and tended to and I now they have found a gardener... it's me! I am really happy to say that all I am giving is coming back ten-fold. Of course, this is not a one-way street where I am only giving and giving. I also have so much to gain from a country I genuinely knew so little about before coming here, that I feel like the richest lady on both sides of the equator!
During this month, I've already learnt things about myself that I like and others that need ironing out. I have soaked up litres and litres of positive, vibrant experiences from the people and places around me. I can hardly wait for a day to pass, knowing that there is still so much left to do and enjoy. Nevertheless, I often remember the words of someone who reminded me that what is important isn't how much I manage to do or how many activities I fit in, but that I keep my eyes open to every single moment, as normal as it may seem and learn from it. And this is what I keep in mind as I head into my final month here. So, the adventure continues... finding beauty from the exceptional and the banal, the internal and the external, the new and the repeated. Here's hoping that the second part can be as fulfilling as the first.
Puertas Mágicas
En el Año Nuevo de 2010, empezé lo que iba a ser unas vacaciones cortas pero divertidas en Portugal con mi querida amiga, Eva. Justo desde el principo, se transformó en algún tipo de revolución (creo que para las dos puedo decir que hay un antes y un después de ese viaje). Muchas cosas pasaron en ese viaje que nos forzabamos pensar en el poder del pensamiento positivo, por todo lo evangélico que puede sonar eso. Más cosas buenas que pensabamos, más cosas buenas nos pasaron, hasta que llegó al punto que casi no podiamos mantener un ritmo de buenos pensamientos por todas las cosas buenas que nos estaban pasando alrededor. Así que pasó una pequeña revolución en ese viaje: 1. si crees que puede ser, pués va a ser 2. nunca debes subestimar la buena voluntad de los demás.
Seguido ese viaje de descubrimiento, empezé a pensar en las cosas que tenían significado para mi y lo que estaba pasando en mi vida: uno de esos asesoramientos hechos con la intención de pararme un poco y revisar donde estaba. Y la conclusión generál fué que estaba en un lugar verdaderamente bueno, la vida me estaba tratando bien y la hora estaba acercándo rápidito para devolver algo de todo que había recibido. Podrías decir que durante muchos años tenía en mente algún tipo de proyecto de voluntaria. Pensé que había ganado bastante experiencia como profesora para ser útil para alguien. Es decir si dos meses de mi verano podrían ser bastante útiles. Y así por suerte, con la primera exploración a ciegas, fui directamente a la fundación omprakesh y desde allí al proyecto de educación en la zona de Intag. Un mes pasado el principio de este aventura, y todavía tengo que darme un pellizco de vez en cuando para asegurarme que todo esto ha llegado a pasar... pero sólo tengo que volver a ese viaje de Portugal para recordar que es sólo una cuestión de creer.
Así que con un mes del proyecto terminado, no creo he subestimado que podría viajar a esta esquina remota del mundo y hacer algún tipo de diferencia. Me gratifica mucho de poder decir que este viaje tiene doble uso. Por mi parte, es una experiencia cultural enorme y por parte de los niños es un paso positivo en su progreso educacionál. Mis lecciones de Portugal se han cementado en el otro lado del globo, curiosamente. La gente es (en gran parte) buena. Cosas en que crees de verdad pueden pasar. Y aquí estoy en el colegio de El Rosario después de sólo cuatro semanas, y los alumnos están actuando, recitando, cantando, bailando, jugando, contando cuentos en inglés. Son criaturas flexibles con unas mentes esperando que alguien les sembra ideas, les de agua y les cuida y de repente han encontrado un jardinera... ¡y soy yo! Estoy verdaderamente contenta decir que todo lo que estoy dando me devuelven diez veces. Por supuesto, no es un camino unidirrecional donde yo doy y ellos reciben. También tengo mucho que beneficiarme de un país que conocí practicamente de nada antes de llegar aquí y ahora me siento como la mujer más rica en los dos lados del ecuador.
Durante este mes, he aprendido cosas de mi misma que me gusta y otras que necesitan una buena plancha. He absorbido litros y litros de experiencias positivas y vibrantes de la gente y lugares a mi alrededor. Casi no puedo esperar que pase un día, sabiendo que todavía queda tanto por hacer y disfrutar. Sin embargo, recuerdo muchas veces las palabras de alguien que me recordó que no será importante la cantidad de cosas que consigo hacer, pero que mantenga los ojos abiertos a cada momento, por lo normal que podría ser e aprendo de ello. Y es lo que mantengo en mente cuando acerco a mi último mes aquí.
Así que continua la aventura, encontrando belleza tanto en el banal como en el excepcional, en el interno como en el externo, en lo nuevo y en lo revisitado. Sólo esperando que la segunda parte puede llenar tanto como la primera.
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Qué bonito,que sincero y real,que cercano estando tan lejos.
ResponderEliminarPablo me mandó el link.Me he emocionado leyéndote Teresa.Estoy enganchado a tu blog!!!
Un gran beso desde Jerez.
Chuchi,
ResponderEliminarNo sabes lo que significa para mi oír de todos mis queridos amigos de la tierra patria, como dicen aquí. Gracias por por el comentario bonito... lo siento que no te podía haber visto mientras desayunaba la semana pasada, pero pronto será realidad... deseando veros otra vez. Un abrazo muy fuerte desde la zona Intag.