View from the San Antonio Finca

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sábado, 31 de julio de 2010

Sweet like Candy - Dulce como los Golosinas

Confucius said:
When prosperity comes, do not use all of it.
Confucio dijo:
Cuando llega la prosperidad, no usa todo de ella.

Today I witnessed the making of panela, that fundamentally essential part of the ecuatorian diet. Like salt and the salt mines is to Spain, panela is the spice of so much of Ecuatorian life. Panela is the natural sugar derived from the sugar cane and its soft, sweet texture and taste invades a variety of ecuatorian dishes and drinks. Through the teachers at my school, I was lucky enough to be invited to the preparation of panela at a local farm, a thoroughly eye-opening experience in the artesanal art of making local sugar.
Obviously, the first part of the process is the growing and harvesting of the cane itself. The harvesting is usually done by hand with a machete. This takes place throughout the year, as planting is staged to ensure a continuous supply of cane. The sugar cane on the farm I visited had the cane plantations in the same location as the preparation of the panela, so I was lucky enough to see the skilled performance of the machete artist at work, swiftly knocking one line after another of brittle cane. In decent-sized farms, each family usually has a motor-operated mill. Cane is pushed into the mill by hand at one end, it is pulped and gradually the shredded cane comes out the other side. There is a rapid accumulation of "jugo" or juice at one end and shredded cane at the other. Both are taken full advantage of:- the juice is transferred to giant metallic boilers until it turns into a syrupy "miel" or honey, while the shredded cane is used to fire the boilers. Suddenly local children appear from every corner like bees round a pot, taking wooden pallets, fingers or whatever means possible to lick some of the sweet, sweet nectar.
As the cane is boiled, it becomes thicker and thicker, until a point where it is poured off, is mixed and cooled and suddenly takes on a beautiful honey colour and fluffy texture. It is then poured into rectangular wooden moulds to set. At the same time, some of the cane syrup is poured onto flat wooden trays. As it sets, it is quickly manipulated, rolled and coaxed by wooden pallets until it becomes a hard white substance. It is formed into towers called "santos" . Pieces are broken off and eaten as treats. It has a slightly different texture and taste to the finished panela. During all stages of the process, we are invited to try panela in the making. People often drink the juice of the cane directly (this tastes really good: I had it today with my dinner!), then the syrup from the cane is poured into a cup while it is still liquid and is mixed with fresh cheese as a cheesy syrupy desert. Finally, once the syrup sets, it is typical to keep breaking pieces off and chewing the sweet taste while in conversation. There's no doubt that the cane lumps on the calories, but it has none of the additives of processed sugar:- it's completely and naturally from the cane and tastes so much better. Once people buy the rectangular blocks in their local shop or farm, they usually shred off little pieces with a knife to use in all types of food from stuffed sweetcorn, to fried banana to blackberry juice.
I went home with my teeth rotting, my sugar levels through the roof, my stomach heavy and my heart happy.

Dulce como los dulces
Hoy he sido testigo a la producción de panela, esa parte fundamentalmente esencial de la dieta ecuatoriana. Como la sal y las salinas en españa, panela es la especie sin comparasión en la vida ecuatoriana. Panela es el azucar natural derivado de la caña de azucar y su textura y sabor suave y dulce invade una variedad de platos y bebidas ecuatorianas. A través de los profesores de mi colegio, tuve la suerte de estar invitada a la preparación de panela en una granja local, una experiencia que me abrió los ojos al arte artesanal de hacer azucar.
Obviamente, la primera parte del proceso es crecer y cosechar la caña en sí. La cosecha normalmente está hecho a mano con un machete. Esto suceded durante todo el año, porque la plantación de caña es continua para asegurar un ingreso constante de material. La caña en la granja que visité tuvo las plantaciones en el mismo lugar que la preparación de panela, así que pude ver el trabajo y habilidad del artista con su machete, rápidamente matando una línea trás otra de caña. En granjas de tamaño decente, las familias normalmente tienen su propio molino de motor. Empujen la caña por dentro por un lado, y sale la pulpa y la caña en tiras. Hay una acumulación rápida de jugo por un lado y de caña en tiras por el otro. Se aprovechan de las dos cosas: mandan el jugo a hervidores gigantescos de metal hasta que se convierte en un miel de textura de siropa, mientras usan la caña en tiras para dar fuego a los hervidores. De repente aparecen niños de la localidad como avejas alrededor de una jarra de miel, cogiendo palos de madera, dedos o lo que sea para chupar algo del nectar rico y dulce.
Mientras hierven la caña, llega a ser más y más grueso, hasta un punto cuando lo echan, lo mezclan y lo enfrien, hasta que de repente coge un color de miel precioso y una textura de nubes. Entonces, lo meten en molduras de madera hasta hacerse duro. A la vez, echan algo del sirope en bandejas planas de madera. Mientras se endurece, está manipulado y movido hasta que llegar a formar una sustancia blanca y dura. Lo forman en torres llamado "santos". Después rompen piezas y las comen como golosinas. Tiene una textura y un sabor un poco distinto a la panela terminada. Durante todas las etapas del proceso, nos invitan a probar la panela mientras se hace. Muchas veces, la gente beben el jugo de caña directamente (sabe muy bien: hoy lo he tomado con mi comida!), después echan el sirope de la caña en una taza y mientras todavía está en forma liquida, lo mezclan con queso fresco como un tipo de postre dulce con queso. Finalmente, cuando el sirope se endurece, es típico seguir rompiendo piezas y masticarlas mientras que conservas. No queda ninguna duda que la caña echa montón de calorías encima, pero no tiene ninguna de las aditivas que el azucar procesada: es completamente y naturalmente de la caña y sabe mucho mejor. Cuando la gente compra los bloques rectangulares de las tiendas o granjas locales, normalmente recortan unas piecizitas con un cuchillo para usar en todos tipos de comida como el maíz relleno, plátano frito, zumo de mora.
Yo, por cierto, fui a casa con mis dientes deshaciéndose, mis niveles de azucar por el techo, mi estómago pesado y mi corazón féliz.

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